Viña Santa Leonor: diseño de turismo enológico

Abstract

En Rancagua no existe ningún lugar o centro que difunda el patrimonio cultural del vino, ya que los lugares de esta área que existen se encuentran en las afueras de Rancagua. La Viña Santa Leonor ubicada dentro de los límites urbanos de la ciudad de Rancagua no posee las instalaciones adecuadas para poder desarrollarse como centro de enoturismo por lo que se quiere diseñar y adaptar esta viñ para que se cumpla este rol dentro de la ciudad. La idea es potenciar esta viña en términos de venta de volumen del producto dentro del mercado nacional e internacional, pero a su vez, abrir esta viña al público dándole el valor agregado del enoturismo. El problema principal es el estado de manutención del lugar, por lo que haya que ejercer cierto nivel de restauración de espacios y creación o adaptacióm de otros nuevos. Se busca trabajar, en el producto unificador de todo, desde el vino hacia la estructura, es decir, desarrollar una línea visual transversal en todas las áreas, desde la botella como objeto de valor, hasta los espacios proyectados para las distintas actividades que se pretenden potenciar y experiencias que se quieren generar.

En Rancagua no existe ningún lugar o centro que difunda el patrimonio cultural del vino, ya que los lugares de esta área que existen se encuentran en las afueras de Rancagua. La Viña Santa Leonor ubicada dentro de los límites urbanos de la ciudad de Rancagua no posee las instalaciones adecuadas para poder desarrollarse como centro de enoturismo por lo que se quiere diseñar y adaptar esta viñ para que se cumpla este rol dentro de la ciudad. La idea es potenciar esta viña en términos de venta de volumen del producto dentro del mercado nacional e internacional, pero a su vez, abrir esta viña al público dándole el valor agregado del enoturismo. El problema principal es el estado de manutención del lugar, por lo que haya que ejercer cierto nivel de restauración de espacios y creación o adaptacióm de otros nuevos. Se busca trabajar, en el producto unificador de todo, desde el vino hacia la estructura, es decir, desarrollar una línea visual transversal en todas las áreas, desde la botella como objeto de valor, hasta los espacios proyectados para las distintas actividades que se pretenden potenciar y experiencias que se quieren generar.