Intercambio comercial entre la República de Chile y la República Oriental del Uruguay

Abstract

El presente estudio sobre el intercambio comercial entre la República de Chile y la República Oriental del Uruguay cumple con los siguientes objetivos: caracterizar la República Oriental del Uruguay y su sector agrícola, describir la economía de la República Oriental del Uruguay, analizar el comercio exterior de la República Oriental del Uruguay, analizar el intercambio comercial entre Chile y Uruguay y establecer las oportunidades de negocios entre Chile y Uruguay, que afecten al sector agrícola chileno. Los principales recursos del Uruguay son agrícolas y en menor proporción son los minerales. Por lo general, sus suelos son muy fértiles, a excepción de los terrenos bajos de la costa oriental, los cuales son aptos para el sector forestal. La energía hidroeléctrica es de fundamental importancia para el país; destacan: la central hidroeléctrica de Salto Grande, sobre el río Uruguay que comparte con Argentina y la del Rincón del Bonete, sobre el Rio Negro, la de mayor aprovechamiento hidro energético del país. Desde los años treinta a mediados de los setenta, Uruguay siguió una política asociada a la sustitución de las exportaciones junto con una fuerte intervención del gobierno en los asuntos económicos del país se impuso al consumo doméstico, a los mercados financieros, barreras al intercambio comercial con elevados aranceles, subsidios y control en los precios. A mediados de los setenta se lanzaron unas series de reformas diseñadas para disminuir el papel del Estado en la economía, aumentando la eficacia de esta y disminuyendo la inflación. En este esfuerzo por disminuir la inflación el país cayó en una crisis financiera llegando a tener una disminución del producto interno bruto de hasta un 16% entre 1982 y 1984, recuperándose la economía en 1985, incentivando la inversión privada y extranjera en el Uruguay, donde el PIB creció en un 1,5%. Los años siguientes la recuperación económica se afirmó al disminuir las tasas de interés, teniendo un crecimiento de 8,9% en 1986 y 7,9% en 1987. A comienzos del 1988 se inicia otra crisis financiera en Uruguay, que duró hasta 1991, creciendo a un promedio de 5,2%. Junto con la reactivación, en 1991 Uruguay estableció una zona de libre comercio junto a Argentina, Brasil y Paraguay (MERCOSUR), lo que le permitió aumentar su comercio internacional. El comercio del Uruguay se centra en el turismo y en los servicios financieros, principalmente de Argentina y Brasil, esto es por su ubicación geográfica, donde Uruguay pasa a ser un puente entre estos dos países. El sector financiero es muy atractivo para inversionistas extranjeros, ya que en Uruguay existen leyes de secreto y acción para este sector. Las principales importaciones chilenas desde el Uruguay son productos de origen agrícolas, como carne congelada, arroz, lana peinada, caucho y vestimentas de cuero. Sobre las exportaciones chilenas al Uruguay, estas son principalmente de productos elaborados, como helados, confites, vinos con denominación de origen, bebidas no alcohólicas, papeles y cartones, cables y planchas de cobre, y los productos no procesados son principalmente frutas, madera y lana sucia.

El presente estudio sobre el intercambio comercial entre la República de Chile y la República Oriental del Uruguay cumple con los siguientes objetivos: caracterizar la República Oriental del Uruguay y su sector agrícola, describir la economía de la República Oriental del Uruguay, analizar el comercio exterior de la República Oriental del Uruguay, analizar el intercambio comercial entre Chile y Uruguay y establecer las oportunidades de negocios entre Chile y Uruguay, que afecten al sector agrícola chileno. Los principales recursos del Uruguay son agrícolas y en menor proporción son los minerales. Por lo general, sus suelos son muy fértiles, a excepción de los terrenos bajos de la costa oriental, los cuales son aptos para el sector forestal. La energía hidroeléctrica es de fundamental importancia para el país; destacan: la central hidroeléctrica de Salto Grande, sobre el río Uruguay que comparte con Argentina y la del Rincón del Bonete, sobre el Rio Negro, la de mayor aprovechamiento hidro energético del país. Desde los años treinta a mediados de los setenta, Uruguay siguió una política asociada a la sustitución de las exportaciones junto con una fuerte intervención del gobierno en los asuntos económicos del país se impuso al consumo doméstico, a los mercados financieros, barreras al intercambio comercial con elevados aranceles, subsidios y control en los precios. A mediados de los setenta se lanzaron unas series de reformas diseñadas para disminuir el papel del Estado en la economía, aumentando la eficacia de esta y disminuyendo la inflación. En este esfuerzo por disminuir la inflación el país cayó en una crisis financiera llegando a tener una disminución del producto interno bruto de hasta un 16% entre 1982 y 1984, recuperándose la economía en 1985, incentivando la inversión privada y extranjera en el Uruguay, donde el PIB creció en un 1,5%. Los años siguientes la recuperación económica se afirmó al disminuir las tasas de interés, teniendo un crecimiento de 8,9% en 1986 y 7,9% en 1987. A comienzos del 1988 se inicia otra crisis financiera en Uruguay, que duró hasta 1991, creciendo a un promedio de 5,2%. Junto con la reactivación, en 1991 Uruguay estableció una zona de libre comercio junto a Argentina, Brasil y Paraguay (MERCOSUR), lo que le permitió aumentar su comercio internacional. El comercio del Uruguay se centra en el turismo y en los servicios financieros, principalmente de Argentina y Brasil, esto es por su ubicación geográfica, donde Uruguay pasa a ser un puente entre estos dos países. El sector financiero es muy atractivo para inversionistas extranjeros, ya que en Uruguay existen leyes de secreto y acción para este sector. Las principales importaciones chilenas desde el Uruguay son productos de origen agrícolas, como carne congelada, arroz, lana peinada, caucho y vestimentas de cuero. Sobre las exportaciones chilenas al Uruguay, estas son principalmente de productos elaborados, como helados, confites, vinos con denominación de origen, bebidas no alcohólicas, papeles y cartones, cables y planchas de cobre, y los productos no procesados son principalmente frutas, madera y lana sucia.