Variación en la disponibilidad de nutrientes asociada a manejo de rastrojos en el sistema de cero labranza

Abstract

El objetivo de este trabajo fue realizar una revisión bibliográfica que permitiera obtener información clara y precisa acerca de cómo varia la disponibilidad de nutrientes asociada al manejo de rastrojos en un sistema de cero labranzas. La investigación estuvo orientada al estudio de temas tales como la descomposición de rastrojos sobre la superficie y su posible efecto sobre la materia orgánica; niveles de nitrógeno, fósforo y potasio. Al mismo tiempo se hizo un paralelo entre cero labranza y labranza tradicional. Del estudio se puede concluir que en CL se tiende a producir una redistribución de los nutrientes NPK en el perfil superficial con una concentración de elementos nutritivos en los primeros 5 cm de suelo. La disponibilidad de nutrientes en CL es inicialmente menor que en LT, especialmente de N, debido a que los rastrojos al permanecer sobre la superficie inducen suelos más fríos y húmedos donde una menor accesibilidad de microorganismos retarda la oxidación de la materia orgánica, fuente de macro y micronutrientes. Existe una menor tasa de mineralización de N acompañada de una mayor inmovilización de este elemento. Destaca la alta relación C/N de los rastrojos de cereales, la cual provoca el hambre de N, donde los microorganismos extraen N del suelo en perjuicio del cultivo. Esta inmovilización de N dura de 4-8 semanas, siendo liberado después de la muerte y descomposición de los microorganismos. La mayor humedad, mayor compactación y el aumento de la acidificación de la superficie del suelo disminuyen la tasa de nitrificación, resultando en niveles menores de nitratos lo cual va en desmedro de los rendimientos de cosecha esperados. Importante es considerar una fertilización nitrogenada adecuada, donde las dosis empleadas son entre un 10 y un 30% superiores a LT. La CL permite una mayor eficiencia del fertilizante fosforado aumentando su concentración y disponibilidad debido a un aumento de la biomasa microbiana y a una menor mezcla y fijación. En con junto con el mayor contenido de humedad mejora la velocidad de difusión de este elemento hacia las raíces. Los cultivos presentan una mayor infectividad por micorrizas vesícula arbusculares, pudiendo absorber hasta cuatro veces más P que aquellas plantas no micorrizadas. A diferencia del N y el P, el comportamiento del K en un suelo con CL no es tan distinto a un suelo con LT.

El objetivo de este trabajo fue realizar una revisión bibliográfica que permitiera obtener información clara y precisa acerca de cómo varia la disponibilidad de nutrientes asociada al manejo de rastrojos en un sistema de cero labranzas. La investigación estuvo orientada al estudio de temas tales como la descomposición de rastrojos sobre la superficie y su posible efecto sobre la materia orgánica; niveles de nitrógeno, fósforo y potasio. Al mismo tiempo se hizo un paralelo entre cero labranza y labranza tradicional. Del estudio se puede concluir que en CL se tiende a producir una redistribución de los nutrientes NPK en el perfil superficial con una concentración de elementos nutritivos en los primeros 5 cm de suelo. La disponibilidad de nutrientes en CL es inicialmente menor que en LT, especialmente de N, debido a que los rastrojos al permanecer sobre la superficie inducen suelos más fríos y húmedos donde una menor accesibilidad de microorganismos retarda la oxidación de la materia orgánica, fuente de macro y micronutrientes. Existe una menor tasa de mineralización de N acompañada de una mayor inmovilización de este elemento. Destaca la alta relación C/N de los rastrojos de cereales, la cual provoca el hambre de N, donde los microorganismos extraen N del suelo en perjuicio del cultivo. Esta inmovilización de N dura de 4-8 semanas, siendo liberado después de la muerte y descomposición de los microorganismos. La mayor humedad, mayor compactación y el aumento de la acidificación de la superficie del suelo disminuyen la tasa de nitrificación, resultando en niveles menores de nitratos lo cual va en desmedro de los rendimientos de cosecha esperados. Importante es considerar una fertilización nitrogenada adecuada, donde las dosis empleadas son entre un 10 y un 30% superiores a LT. La CL permite una mayor eficiencia del fertilizante fosforado aumentando su concentración y disponibilidad debido a un aumento de la biomasa microbiana y a una menor mezcla y fijación. En con junto con el mayor contenido de humedad mejora la velocidad de difusión de este elemento hacia las raíces. Los cultivos presentan una mayor infectividad por micorrizas vesícula arbusculares, pudiendo absorber hasta cuatro veces más P que aquellas plantas no micorrizadas. A diferencia del N y el P, el comportamiento del K en un suelo con CL no es tan distinto a un suelo con LT.