Edificio de vivienda colectiva sustentable en madera: modelo de densificación equilibrada para zonas urbanas centrales y pericentrales, barrio Matta Sur, Santiago

Abstract

Los avances en el sector construcción a nivel mundial hacia la automatización de la industria y, por otra parte, hacia la utilización de nuevos modelos estructurales y materiales, nos obliga a repensar la manera en la que se está planteando la ciudad a través de la arquitectura en Chile. Históricamente, Chile ha tratado de solucionar el gran déficit habitacional que sigue subiendo anualmente, a pesar de los esfuerzos de los distintos gobiernos por avanzar en una rápida solución. Poniendo el foco en generar una mayor cantidad de viviendas al año, sin tomar en cuenta aspectos clave como la ubicación, la calidad, los servicios y las prestaciones urbanas asociadas al barrio y a la ciudad en donde se emplazan esas viviendas sociales. Las actuales políticas públicas en materia de vivienda no han podido lograr reducir el número de viviendas nuevas que son requeridas, por cada vez más familias vulnerables, que buscan poder acceder a un mercado inmobiliario que los deja fuera por aspectos económicos. En este contexto, buscar nuevos modelos de negocio para los edificios residenciales es fundamental, ya que, mezclando distintos tipos de usos y usuarios, podemos lograr proponer nuevos modelos de financiamiento y de gestión para poder albergar de mejor manera a más familias vulnerables en los sitios disponibles dentro del entorno urbano ya consolidado de nuestras ciudades. Es así, como en la búsqueda de lograr generar espacios más sustentables dentro de nuestras ciudades, se propone en el presente proyecto de título, la implementación de nuevos sistemas constructivos materiales en la edificación en altura, materiales como la madera, ya que este es un material con grandes ventajas como ser renovable, reciclable, de bajo impacto energético, carbono negativo, más transportable, liviano y altamente resistente. “Nunca en la historia de la humanidad se había tenido tanta conciencia del impacto de la actividad humana sobre el medio ambiente a escala global. La tasa creciente de desastres naturales, el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar, la extinción de especies, la escasez de agua, y la reducción de los cascos polares, están dando una señal clara de que necesitamos cambiar la manera de hacer las cosas. El cambio climático es una manifestación del desbalance provocado por el crecimiento basado principalmente en criterios económicos y dejando de lado los aspectos medioambientales. Recuperar el balance sostenible es una presión cada vez más urgente que va a condicionar todo desarrollo futuro.” (1) (Zilic, 2018, p. 17).

Los avances en el sector construcción a nivel mundial hacia la automatización de la industria y, por otra parte, hacia la utilización de nuevos modelos estructurales y materiales, nos obliga a repensar la manera en la que se está planteando la ciudad a través de la arquitectura en Chile. Históricamente, Chile ha tratado de solucionar el gran déficit habitacional que sigue subiendo anualmente, a pesar de los esfuerzos de los distintos gobiernos por avanzar en una rápida solución. Poniendo el foco en generar una mayor cantidad de viviendas al año, sin tomar en cuenta aspectos clave como la ubicación, la calidad, los servicios y las prestaciones urbanas asociadas al barrio y a la ciudad en donde se emplazan esas viviendas sociales. Las actuales políticas públicas en materia de vivienda no han podido lograr reducir el número de viviendas nuevas que son requeridas, por cada vez más familias vulnerables, que buscan poder acceder a un mercado inmobiliario que los deja fuera por aspectos económicos. En este contexto, buscar nuevos modelos de negocio para los edificios residenciales es fundamental, ya que, mezclando distintos tipos de usos y usuarios, podemos lograr proponer nuevos modelos de financiamiento y de gestión para poder albergar de mejor manera a más familias vulnerables en los sitios disponibles dentro del entorno urbano ya consolidado de nuestras ciudades. Es así, como en la búsqueda de lograr generar espacios más sustentables dentro de nuestras ciudades, se propone en el presente proyecto de título, la implementación de nuevos sistemas constructivos materiales en la edificación en altura, materiales como la madera, ya que este es un material con grandes ventajas como ser renovable, reciclable, de bajo impacto energético, carbono negativo, más transportable, liviano y altamente resistente. “Nunca en la historia de la humanidad se había tenido tanta conciencia del impacto de la actividad humana sobre el medio ambiente a escala global. La tasa creciente de desastres naturales, el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar, la extinción de especies, la escasez de agua, y la reducción de los cascos polares, están dando una señal clara de que necesitamos cambiar la manera de hacer las cosas. El cambio climático es una manifestación del desbalance provocado por el crecimiento basado principalmente en criterios económicos y dejando de lado los aspectos medioambientales. Recuperar el balance sostenible es una presión cada vez más urgente que va a condicionar todo desarrollo futuro.” (1) (Zilic, 2018, p. 17).