Clemencia Lucena (Bogotá, 1945-Cali, 1983)

Abstract

En 1971, la artista colombiana Clemencia Lucena se unió al Movimiento Obrero Independiente Revolucionario (MOIR), fundado en la ciudad de Medellín. Agrupó a una serie de militantes estudiantiles y obreros de izquierda, predominantemente maoístas. Su objetivo era crear un partido obrero que liderara una revolución socialista: rechazaban las formas de organización del gobierno, la lucha armada y toda forma de imperialismo. «Educación revolucionaria» es una litografía (49.8 x 70 cm., Colección MSSA, Santiago) producida en 1976 en ese contexto de militancia. Según apunta la tesis «Clemencia Lucena en los años setenta: arte y activismo…» (2014), de Mariana Garrido, de este grabado se produjeron, además, 1000 ejemplares en offset para ser distribuidos en zonas urbanas. En la estampa se observa a un grupo de cinco niños sentados alrededor de un hombre. El hombre, un campesino, es quien organiza la composición, pues su cuerpo es el eje de una forma piramidal que abarca los cuerpos de los niños. El campesino de Lucena sostiene un libro, representando de este modo a un pueblo letrado que se autoeduca. El hombre lee en voz alta –tal y como lo indica su boca semiabierta– un libro en cuya portada podemos reconocer la sigla del MOIR. Para Lucena, el campesino ilustrado conoce la vía para producir la revolución y también la enseña a las nuevas generaciones que, curiosas, fijan su atención en el libro. El dibujo de Lucena es realista. Tanto el hombre como los niños han sido dibujados sobre la piedra litográfica –la que posteriormente fue impresa en una edición de treinta ejemplares– con sumo cuidado, detallando tanto sus rasgos faciales como sus vestidos.

En 1971, la artista colombiana Clemencia Lucena se unió al Movimiento Obrero Independiente Revolucionario (MOIR), fundado en la ciudad de Medellín. Agrupó a una serie de militantes estudiantiles y obreros de izquierda, predominantemente maoístas. Su objetivo era crear un partido obrero que liderara una revolución socialista: rechazaban las formas de organización del gobierno, la lucha armada y toda forma de imperialismo. «Educación revolucionaria» es una litografía (49.8 x 70 cm., Colección MSSA, Santiago) producida en 1976 en ese contexto de militancia. Según apunta la tesis «Clemencia Lucena en los años setenta: arte y activismo…» (2014), de Mariana Garrido, de este grabado se produjeron, además, 1000 ejemplares en offset para ser distribuidos en zonas urbanas. En la estampa se observa a un grupo de cinco niños sentados alrededor de un hombre. El hombre, un campesino, es quien organiza la composición, pues su cuerpo es el eje de una forma piramidal que abarca los cuerpos de los niños. El campesino de Lucena sostiene un libro, representando de este modo a un pueblo letrado que se autoeduca. El hombre lee en voz alta –tal y como lo indica su boca semiabierta– un libro en cuya portada podemos reconocer la sigla del MOIR. Para Lucena, el campesino ilustrado conoce la vía para producir la revolución y también la enseña a las nuevas generaciones que, curiosas, fijan su atención en el libro. El dibujo de Lucena es realista. Tanto el hombre como los niños han sido dibujados sobre la piedra litográfica –la que posteriormente fue impresa en una edición de treinta ejemplares– con sumo cuidado, detallando tanto sus rasgos faciales como sus vestidos.