Espacio público cultural y rehabilitación de quebrada Las Cañas, Valparaíso

Abstract

Valparaíso a diferencia de otras ciudades de fundación colonial que se organizaban en base al tablero de damero, esta presenta una superposición de ciudades que se han ido expandiendo según las necesidades del puerto. La expansión orgánica hacia los cerros (como mancha de aceite) dejó en evidencia como las nuevas poblaciones de procedencia rural estaban limitadas de manera espacial, material y topográfica de las quebradas. El crecimiento urbano descontrolado en una topografía accidentada y las condiciones climáticas son elementos que diversifican riesgos que contribuyen con el degrado ambiental de la zona. De manera cíclica se vuelve un territorio que puede presenciar aludes de agua o riesgo de siniestralidad según sea la estación. Un ejemplo de aquello es el incendio (de tipo efecto chimenea) sucedido el año 2014 que afectó gravemente a los cerros: La Cruz, Merced, El Litre y Las Cañas. En base a esto, se propone aminorar riesgos cíclicos a través del diseño de un espacio público que funcione como un cortafuego y un conductor del escurrimiento de aguas que bajan desde lo alto de los cerros colindantes del sur, a partir del cual dependerán las estrategias de proyecto. Bajo el actual contexto de total reconstrucción de las viviendas afectadas por aquel siniestro (2014), y la recuperación de las propiedades del suelo afectado después de cinco años, es pertinente contribuir a la resiliencia de la comunidad a través de la cultura, donde los habitantes tienen gran sentido pertenencia por el territorio y que han mantenido sus tradiciones culturales, actividades que se concentran principalmente en el Cerro Las Cañas.

Valparaíso a diferencia de otras ciudades de fundación colonial que se organizaban en base al tablero de damero, esta presenta una superposición de ciudades que se han ido expandiendo según las necesidades del puerto. La expansión orgánica hacia los cerros (como mancha de aceite) dejó en evidencia como las nuevas poblaciones de procedencia rural estaban limitadas de manera espacial, material y topográfica de las quebradas. El crecimiento urbano descontrolado en una topografía accidentada y las condiciones climáticas son elementos que diversifican riesgos que contribuyen con el degrado ambiental de la zona. De manera cíclica se vuelve un territorio que puede presenciar aludes de agua o riesgo de siniestralidad según sea la estación. Un ejemplo de aquello es el incendio (de tipo efecto chimenea) sucedido el año 2014 que afectó gravemente a los cerros: La Cruz, Merced, El Litre y Las Cañas. En base a esto, se propone aminorar riesgos cíclicos a través del diseño de un espacio público que funcione como un cortafuego y un conductor del escurrimiento de aguas que bajan desde lo alto de los cerros colindantes del sur, a partir del cual dependerán las estrategias de proyecto. Bajo el actual contexto de total reconstrucción de las viviendas afectadas por aquel siniestro (2014), y la recuperación de las propiedades del suelo afectado después de cinco años, es pertinente contribuir a la resiliencia de la comunidad a través de la cultura, donde los habitantes tienen gran sentido pertenencia por el territorio y que han mantenido sus tradiciones culturales, actividades que se concentran principalmente en el Cerro Las Cañas.