Evaluación técnico-económica de plantación de 27 hectáreas de viñedos en la localidad de San Francisco de Mostazal, VI Región Libertador Bernardo O'Higgins

Abstract

En el presente proyecto se evalúa la factibilidad técnica y económica de la plantación de un viñedo de variedades cabernet sauvignon y carmenere para la producción de vinos Premium destinados al mercado externo en un predio de 27 ha, ubicado en San Francisco de Mostazal, VI Región. Con dicho propósito se realiza primeramente un análisis global de la industria vitivinícola mundial y nacional, quedando en evidencia la creciente competitividad del mercado internacional, dado por la abundancia de la oferta y disponibilidad exportable de vinos en casi todas partes del mundo. Es por ello que la permanencia de los países del nuevo mundo y en especial Chile en los mercados internacionales viene muy ligada a la calidad y precios que puedan ofrecer, lo cual ha ido repercutiendo entre otras cosas en el país, en el reemplazo de cepas corrientes por las variedades más cotizadas en los mercados internacionales, búsqueda de terrenos más idóneos con potenciales de calidad de uva más favorables para la producción de vinos finos y la implementación de nuevas técnicas y tecnologías de manejo de viñedo y elaboración de vinos más avanzadas, con equipos de trabajo humano calificado y profesional. En segundo lugar, se analizan las condiciones físicas, químicas y ambientales existentes en el predio, disponibilidad de agua y otros aspectos agronómicos, que avalan las buenas condiciones y características del sector para el establecimiento y cultivo de las dos variedades consideradas, para la obtención de uvas de alta calidad y potencial para la elaboración de vinos premium. Se realiza además una breve interpretación del mercado interno mediante un esquema de análisis FODA, del que se concluye entre otras cosas la importancia de fortalecer la estrategia precio/calidad, mejorar la eficiencia en la gestión, e implementación también de estrategias comerciales y de promoción por parte de los productores más integradas y cohesionadas, de tal forma de mantener y expandir el negocio, ante el ambiente crecientemente competitivo y de sobreoferta mundial. A su vez se presenta la descripción completa de cada uno de los procesos productivos realizados y materiales utilizados desde la preparación del terreno y establecimiento de las cepas hasta su formación. Se incluye una ficha de costos por variedad, que considera toda la inversión inicial y costos de producción necesarios hasta plena producción. Basados en la información recopilada se confecciona un flujo de caja para cada una de las variedades consideradas, y a partir de éste se analizan los respectivos VAN y TJR. Los resultados obtenidos en cabernet sauvignon son de $ 59.154.064 y 24% de VAN y TIR respectivamente, y de $2.879.413 y 11% respectivamente en carmenere. Queda bastante claro entonces la necesidad de integración de la cadena productiva completa, vale decir industrialización del negocio vitivinícola (producción-elaboración-comercialización), para poder incrementar la rentabilidad de éste. Aun cuando el productor en este caso posee las mejores condiciones para la obtención de una uva de muy alta calidad y potencial para la producción de vinos premium, este hecho no asegura el éxito del negocio, lo cual se ve reflejado en el análisis recién descrito, en el que si bien es cierto en cabernet sauvignon para una calidad de uva con aptitud para vino premium, el proyecto es viable, no alcanza una rentabilidad demasiado elevada, esto debido a que el precio pagado por esa uva altamente cualitativa no se reflejado (al menos de manera significativa) si no hasta que esa uva premium se convierte finalmente en vino premium adecuadamente envasado, porque recién en ese momento se produce una diferencia significativa en el precio pagado por un vino premium respecto de uno varietal. Es así como para el caso de carmenere, el resultado del ejercicio económico entrega cifras negativas, reflejo del bajo precio pagado por una uva de alta calidad para la obtención de un vino altamente cualitativo, es por esta razón que la clave del negocio vitivinícola está en la integración e industrialización de éste.

En el presente proyecto se evalúa la factibilidad técnica y económica de la plantación de un viñedo de variedades cabernet sauvignon y carmenere para la producción de vinos Premium destinados al mercado externo en un predio de 27 ha, ubicado en San Francisco de Mostazal, VI Región. Con dicho propósito se realiza primeramente un análisis global de la industria vitivinícola mundial y nacional, quedando en evidencia la creciente competitividad del mercado internacional, dado por la abundancia de la oferta y disponibilidad exportable de vinos en casi todas partes del mundo. Es por ello que la permanencia de los países del nuevo mundo y en especial Chile en los mercados internacionales viene muy ligada a la calidad y precios que puedan ofrecer, lo cual ha ido repercutiendo entre otras cosas en el país, en el reemplazo de cepas corrientes por las variedades más cotizadas en los mercados internacionales, búsqueda de terrenos más idóneos con potenciales de calidad de uva más favorables para la producción de vinos finos y la implementación de nuevas técnicas y tecnologías de manejo de viñedo y elaboración de vinos más avanzadas, con equipos de trabajo humano calificado y profesional. En segundo lugar, se analizan las condiciones físicas, químicas y ambientales existentes en el predio, disponibilidad de agua y otros aspectos agronómicos, que avalan las buenas condiciones y características del sector para el establecimiento y cultivo de las dos variedades consideradas, para la obtención de uvas de alta calidad y potencial para la elaboración de vinos premium. Se realiza además una breve interpretación del mercado interno mediante un esquema de análisis FODA, del que se concluye entre otras cosas la importancia de fortalecer la estrategia precio/calidad, mejorar la eficiencia en la gestión, e implementación también de estrategias comerciales y de promoción por parte de los productores más integradas y cohesionadas, de tal forma de mantener y expandir el negocio, ante el ambiente crecientemente competitivo y de sobreoferta mundial. A su vez se presenta la descripción completa de cada uno de los procesos productivos realizados y materiales utilizados desde la preparación del terreno y establecimiento de las cepas hasta su formación. Se incluye una ficha de costos por variedad, que considera toda la inversión inicial y costos de producción necesarios hasta plena producción. Basados en la información recopilada se confecciona un flujo de caja para cada una de las variedades consideradas, y a partir de éste se analizan los respectivos VAN y TJR. Los resultados obtenidos en cabernet sauvignon son de $ 59.154.064 y 24% de VAN y TIR respectivamente, y de $2.879.413 y 11% respectivamente en carmenere. Queda bastante claro entonces la necesidad de integración de la cadena productiva completa, vale decir industrialización del negocio vitivinícola (producción-elaboración-comercialización), para poder incrementar la rentabilidad de éste. Aun cuando el productor en este caso posee las mejores condiciones para la obtención de una uva de muy alta calidad y potencial para la producción de vinos premium, este hecho no asegura el éxito del negocio, lo cual se ve reflejado en el análisis recién descrito, en el que si bien es cierto en cabernet sauvignon para una calidad de uva con aptitud para vino premium, el proyecto es viable, no alcanza una rentabilidad demasiado elevada, esto debido a que el precio pagado por esa uva altamente cualitativa no se reflejado (al menos de manera significativa) si no hasta que esa uva premium se convierte finalmente en vino premium adecuadamente envasado, porque recién en ese momento se produce una diferencia significativa en el precio pagado por un vino premium respecto de uno varietal. Es así como para el caso de carmenere, el resultado del ejercicio económico entrega cifras negativas, reflejo del bajo precio pagado por una uva de alta calidad para la obtención de un vino altamente cualitativo, es por esta razón que la clave del negocio vitivinícola está en la integración e industrialización de éste.