Percepciones sobre el modelo pedagógico de la clase invertida en el Colegio Mayor de Pañalolén durante el año 2017

Abstract

Durante el año 2014 el Colegio Mayor de Peñalolén implementa una innovación educativa que consiste en la incorporación de un modelo pedagógico denominado clase invertida. Este consiste en que el inicio del proceso de enseñanza-aprendizaje comienza fuera del colegio, con la visualización de un video realizado por el profesor y termina en el aula utilizando metodologías activas, con las que el alumno asume un rol de protagonista del proceso y el profesor el de un colaborador. Esto cambia radicalmente las prácticas de enseñanza-aprendizaje y de manera abrupta, ya que después de un año de exploración se toma la decisión de implementarlo en todos los niveles y asignaturas de la institución. Esta implementación radical y rápida, supone tensiones y conflictos dentro de la institución y justifica un examen de cómo los alumnos y profesores perciben este proceso y cómo la implementación se desarrolla. Para llevar a cabo esta investigación se utilizó una metodología mixta para recoger los datos de los efectos de la implementación en la percepción de profesores y alumnos de enseñanza media respecto al modelo de la clase invertida. Los resultados arrojaron que el proceso de implementación se focalizó en la elaboración de cápsulas por parte de los profesores, el factor que más afecta a los profesores es la falta de tiempo para elaborar la clase invertida, la falta de objetivos claros de la implementación y las dudas respecto a las ventajas pedagógicas en comparación al anterior modelo. Por otra parte, los alumnos manifiestan aprensiones similares como la falta de tiempo para visualizar los videos, una valoración positiva del modelo anterior y la insuficiencia del modelo de clase invertida para satisfacer sus intereses personales.

Durante el año 2014 el Colegio Mayor de Peñalolén implementa una innovación educativa que consiste en la incorporación de un modelo pedagógico denominado clase invertida. Este consiste en que el inicio del proceso de enseñanza-aprendizaje comienza fuera del colegio, con la visualización de un video realizado por el profesor y termina en el aula utilizando metodologías activas, con las que el alumno asume un rol de protagonista del proceso y el profesor el de un colaborador. Esto cambia radicalmente las prácticas de enseñanza-aprendizaje y de manera abrupta, ya que después de un año de exploración se toma la decisión de implementarlo en todos los niveles y asignaturas de la institución. Esta implementación radical y rápida, supone tensiones y conflictos dentro de la institución y justifica un examen de cómo los alumnos y profesores perciben este proceso y cómo la implementación se desarrolla. Para llevar a cabo esta investigación se utilizó una metodología mixta para recoger los datos de los efectos de la implementación en la percepción de profesores y alumnos de enseñanza media respecto al modelo de la clase invertida. Los resultados arrojaron que el proceso de implementación se focalizó en la elaboración de cápsulas por parte de los profesores, el factor que más afecta a los profesores es la falta de tiempo para elaborar la clase invertida, la falta de objetivos claros de la implementación y las dudas respecto a las ventajas pedagógicas en comparación al anterior modelo. Por otra parte, los alumnos manifiestan aprensiones similares como la falta de tiempo para visualizar los videos, una valoración positiva del modelo anterior y la insuficiencia del modelo de clase invertida para satisfacer sus intereses personales.