Arquitectura para cinco sentidos: Escuela Técnica Secundaria para Ciegos, San Miguel
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Fecha
2020-08Resumen
El siglo XXI ha sido marcado por el surgimiento de nuevos términos y la modificación de otros ya existentes. Esto no sólo significa que hay más o menos palabras en el diccionario como lo explica Estrella Cartín, presidenta de la Academia Costarricense de la lengua, en su discurso de presentación de la vigesimotercera edición del Diccionario de la Lengua Española: “El léxico es un reflejo de la sociedad. Las novedades incluidas tienen una lectura sociológica. En el futuro un investigador podrá encontrar indicios de las ideologías y usos sociales de hoy revisando las palabras que han entrado al Diccionario.”1. Lo mismo ocurre con los términos utilizados en la arquitectura. Cuando el concepto de “Accesibilidad Universal” comenzó a ser parte de nuestro léxico arquitectónico, la primera imagen que surgía en nuestras mentes (y aún lo hace) era la de una persona en silla de ruedas, y cómo no hacerlo, la silla de ruedas se ha convertido en el ícono de la discapacidad. Lamentablemente esa noción ya ha quedado obsoleta, la sociedad está adoptando una postura más integral sobre la inclusión y limitarse a las discapacidades motrices ya no es suficiente. ¿Qué entendemos por accesibilidad? ¿Es la accesibilidad sólo la capacidad de la arquitectura para poder hacer ingreso a ella y ser recorrida o es también la capacidad que esta tiene para ser vivenciada con todos nuestros sentidos? Cuando se habla de Accesibilidad Universal, inevitablemente hablaremos de rampas de acceso, barandas y guías de piso. Hasta ahora la accesibilidad ha sido entendida como la capacidad de una persona para hacer ingreso y poder recorrer un espacio, dejando de lado múltiples variables que pueden generar una interacción con la arquitectura más allá de sólo estar dentro de ella y observarla. En palabras de Juhani Pallasmaa: “El dominio del ojo y la eliminación del resto de los sentidos tienden a empujarnos al distanciamiento, el aislamiento y la exterioridad”2. La arquitectura peca, muchas veces, de ser una disciplina extremadamente oculocentrista. Si llevamos la relación con nuestro ambiente construido solamente a una experiencia visual: ¿Están los ciegos accediendo realmente a la arquitectura en todas sus dimensiones o tan sólo están haciendo ingreso a ella?
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