Evolución geológica, susceptibilidad sísmica y susceptibilidad volcánica del parque Tagua-Tagua y la zona norte de la península de Hualaihué, Región de Los Lagos, Chile

Abstract

Respecto del origen y evolución de la Zona de Falla Liquiñe-Ofqui (ZFLO), así como también de su eventual relación con los episodios de intrusión magmática que construyeron el Batolito Norpatagónico (BNP) no existe consenso actualmente, por lo que en este contexto, la evolución geológica del Parque Tagua-Tagua y la geología de la zona contenida entre la Bahía de Cochamó y la Península de Hualaihué podrían proporcionar antecedentes que permitan, mediante análisis petrográfico y análisis químicos de roca total, dar respuesta a esta interrogante. Además, el entendimiento de la geología de la zona podría ayudar a determinar la relevancia de esta en la susceptibilidad de sus habitantes ante fenómenos sísmicos, volcánicos y otros ligados a estos. La evolución geológica del Parque Tagua-Tagua habría comenzado con la intrusión de plutones gabroicos y tonalíticos entre el Cretácico y el Mioceno, proceso que se habría visto interrumpido por un periodo dominado por volcanismo atribuido a un régimen tectónico extensional durante el Paleógeno. Luego, la actividad de las fallas Alerces y Valle Norte, la subsiguiente glaciación Llanquihue, el desarrollo de sistemas fluviales y procesos de remoción en masa habrían culminado en el actual paisaje del Parque Tagua-Tagua y del territorio circundante. Los valores máximos de PGA (>60 % g) que podrían ocurrir debido a un sismo de magnitud mayor a 7 Mw con hipocentro en la ZFLO son mayores a los registrados en Santiago de Chile durante el sismo 8,8 Mw del 27 de febrero del 2010, y se aproximan a los del famoso sismo de 1906 en laFalla San Andrés. En consecuencia, los potenciales daños podrían ser de similar magnitud guardando las debidas proporciones respecto a la densidad de población, grado de urbanización y a la profundidad hipocentral. Al contrastar la geomorfología y geología de la zona del fiordo Aysén con la del área de estudio, se deriva que en esta última existe un escenario aún más favorable para la ocurrencia de tsunamis locales producto de remociones en masa como lo ocurrido en Aysén en el año 2007, debido a que en la zona de estudio las pendientes adyacentes a cuerpos de agua son mayores y a que existe una mayor densidad de fallas potenciales de generar sismos corticales de magnitud considerable (>5 Mw) que puedan desencadenar remociones en masa. De los volcanes situados cerca del área de estudio, los más proclives a afectar el Parque Tagua-Tagua son los volcanes Calbuco y Apagado, dado que registran erupciones explosivas capaces de generar material particulado que podría ser transportado hasta el parque, no obstante, los efectos que esto pudiese generar no serían de mayor envergadura debido a la distancia del parque respecto a estos volcanes y a su geomorfología. Sin embargo, el Volcán Yate representa un peligro para las vías de acceso al parque, dado que existe registro geológico de avalanchas volcánicas que se han depositado sobre estas. En la zona norte de la península de Hualaihué, el mapa isopáquico de la erupción Ap1 muestra que el volcán Apagado podría generar depósitos de tefra de más de 1 metro de espesor ante una erupción de características similares a las ocurridas en el pasado.

Respecto del origen y evolución de la Zona de Falla Liquiñe-Ofqui (ZFLO), así como también de su eventual relación con los episodios de intrusión magmática que construyeron el Batolito Norpatagónico (BNP) no existe consenso actualmente, por lo que en este contexto, la evolución geológica del Parque Tagua-Tagua y la geología de la zona contenida entre la Bahía de Cochamó y la Península de Hualaihué podrían proporcionar antecedentes que permitan, mediante análisis petrográfico y análisis químicos de roca total, dar respuesta a esta interrogante. Además, el entendimiento de la geología de la zona podría ayudar a determinar la relevancia de esta en la susceptibilidad de sus habitantes ante fenómenos sísmicos, volcánicos y otros ligados a estos. La evolución geológica del Parque Tagua-Tagua habría comenzado con la intrusión de plutones gabroicos y tonalíticos entre el Cretácico y el Mioceno, proceso que se habría visto interrumpido por un periodo dominado por volcanismo atribuido a un régimen tectónico extensional durante el Paleógeno. Luego, la actividad de las fallas Alerces y Valle Norte, la subsiguiente glaciación Llanquihue, el desarrollo de sistemas fluviales y procesos de remoción en masa habrían culminado en el actual paisaje del Parque Tagua-Tagua y del territorio circundante. Los valores máximos de PGA (>60 % g) que podrían ocurrir debido a un sismo de magnitud mayor a 7 Mw con hipocentro en la ZFLO son mayores a los registrados en Santiago de Chile durante el sismo 8,8 Mw del 27 de febrero del 2010, y se aproximan a los del famoso sismo de 1906 en laFalla San Andrés. En consecuencia, los potenciales daños podrían ser de similar magnitud guardando las debidas proporciones respecto a la densidad de población, grado de urbanización y a la profundidad hipocentral. Al contrastar la geomorfología y geología de la zona del fiordo Aysén con la del área de estudio, se deriva que en esta última existe un escenario aún más favorable para la ocurrencia de tsunamis locales producto de remociones en masa como lo ocurrido en Aysén en el año 2007, debido a que en la zona de estudio las pendientes adyacentes a cuerpos de agua son mayores y a que existe una mayor densidad de fallas potenciales de generar sismos corticales de magnitud considerable (>5 Mw) que puedan desencadenar remociones en masa. De los volcanes situados cerca del área de estudio, los más proclives a afectar el Parque Tagua-Tagua son los volcanes Calbuco y Apagado, dado que registran erupciones explosivas capaces de generar material particulado que podría ser transportado hasta el parque, no obstante, los efectos que esto pudiese generar no serían de mayor envergadura debido a la distancia del parque respecto a estos volcanes y a su geomorfología. Sin embargo, el Volcán Yate representa un peligro para las vías de acceso al parque, dado que existe registro geológico de avalanchas volcánicas que se han depositado sobre estas. En la zona norte de la península de Hualaihué, el mapa isopáquico de la erupción Ap1 muestra que el volcán Apagado podría generar depósitos de tefra de más de 1 metro de espesor ante una erupción de características similares a las ocurridas en el pasado.