Centro de producción y difusión del vino : Valle de Colchagua VI Región dle Libertador General Bernardo O'higgins - Chile

Abstract

Desde tiempos inmemorables el hombre aprendió a cultivar la Vid y sacar sus mejores frutos. Con ello elaboraría una bebida impulsando el desarrollo de su cultura, fiestas y tradiciones. En Chile, con el paso de los años, los cultivos evolucionaron y se crearon las nuevas Industrias Vitivinícolas, implementando modernas tecnologías y cambios respecto al mundo de las viñas; introduciendo así, rutas del vino, infraestructura de producción, mercados especializados y hermosos paisajes agrícolas, los cuales, rápidamente incluyeron actividades ligadas al vino, convirtiéndose en un gran atractivo turístico, y una gran oportunidad para que pequeños empresarios vitivinícolas surjan con auténticos productos artesanales. El estudiar el vino, como tema para proyecto de título, hizo posible la realización de diversas visitas a varias viñas del país. Estas experiencias permitieron la observación de un fenómeno en particular: La mayoría de los visitantes de las viñas eran extranjeros, aun cuando éstas estuvieran ubicadas en las cercanías de Santiago. Esta inquietud fue reafirmada tiempo después a través de entrevistas realizadas a personas vinculadas al mundo del vino; sommeliers y enólogos de la asociación de Viñas de Chile, los cuales me ayudaron a concluir que existe un vago conocimiento del vino por parte de los chilenos, además de una importante disminución en el consumo de esta bebida en el mercado nacional. Pero... ¿Cómo se explica la desvinculación que está sucediendo entre el vino y los chilenos?, ¿Es este desarrollo parte de un cambio en nuestros hábitos urbanos?, ¿Cómo la Arquitectura juega un rol importante en este tipo de construcciones? La comida y la bebida son dos factores importantes para comprender el carácter de los pueblos. La historia de nuestro país nos demuestra que hasta la década de los ochenta la bebida popular siempre fue el vino. A partir de esa fecha, comenzaron a irrumpir nuevos productos como la cerveza, el ron y el whisky, bebidas que se transformaron en uno de los agentes importantes al momento de reflexionar este tema, ya que también reflejan los cambios de hábitos que comenzaron a experimentar los chilenos. Con una historia ligada al campo y a la agricultura tradicional, las iden"l"idades en la Región están fuertemente asociadas a sus actividades produc"l"ivas, en el marco de una geografía amable y favorables condiciones climáticas, además de una tierra fecunda tanto para el desarrollo ganadero y agrícola de la zona, especialmente para el desarrollo de viñas y nuevos proyectos Arquitectónicos que van evolucionado a través del tiempo. Es esta identidad, la figura del huaso chileno, la que cobra especial relevancia, pues personifica a la an"l"igua aristocracia, a los propietarios y campesinos. Además forma parte de la iden"l"idad chilena porque representa a la clase mestizo y su ascenso social a la categoría de criollo, hijo y costumbrista de las tradiciones nacionales. Gracias a esto, se hereda un gran legado pa1rimonial que confiere al Paisaje Chileno como uno de los más importantes atractivos Enoturistas de la zona, cumpliendo el rol de dar a conocer una amplia Cultura del Vino y sus derivados. Tanto en la arquitectura como en el proceso de elaboración del vino existe un objetivo en común. El provocar determinadas experiencias sensoriales, en este caso, las sensaciones que produce el producto final del vino son percibidas por los sentidos del olfato y el gusto a través del aroma, sabor y el cuerpo que posee esta bebida. Esta elaboración de experiencias sensoriales únicas es común al proceso que desarrolla la arquitectura, a través del diseño de espacios que construyen determinadas sensaciones y que posee una intención definida con anterioridad, como ocurre con el proceso del vino. Esta característica en común, es interesante como motivación valida, ya que ayudará a crear un puente de comunicación entre el vino y la arquitectura, logrando definir con más claridad las intenciones de diseño en mi Proyecto de Titulo. Por esta razón, es que la propuesta arquitectónica del proyecto se plantea desde la producción y la difusión del vino chileno, promoviendo conceptos tan importantes como la historia, la cultura, el territorio y el paisaje que existe entorno al vino de nuestro país. Viendo al vino no solamente como una bebida alcohólica más, sino como un valor tangible que es propio de la nación. Respecto a la superficie del proyecto, se puede decir que dada su magnitud en viñedos y situada en una de las 'tres Rutas del Vino del Valle de Colchagua; "La Mágica Ruta del Vino", constituye uno de los principales atractivos para el esparcimiento y recreación de la zona. Su localización Central - específicamente entre Santa Cruz y Lolol -, su fácil accesibilidad y cercanía a diversos pueblos aledaños, la amplia variedad de espacios de cultivos y su innumerable gama de colores en los prados, entre otras características, le otorgan al terreno, la condición principal de espacio de remate de ésta Ruta del Vino, además de proporcionar un espacio de encuentro ciudadano que entrelaza Naturaleza y Cultura. Así, el proyecto relaciona la Actividad Vitivinícola y la Arquitectura, poniendo de manifiesto la gran importancia de ambas para el desarrollo socioeconómico del país, logrando un impacto positivo en el terreno, generando entre otras cosas, espacios de reunión y esparcimiento del vino, para así, no sólo enfatizar la Arquitectura y la Cultura del Vino, sino que también poner en evidencia el entorno, con sus prados vestidos de colores, y proponer un sistema de producción, materialidad y conceptos que rememoran al Mundo Vitivinícola.

Desde tiempos inmemorables el hombre aprendió a cultivar la Vid y sacar sus mejores frutos. Con ello elaboraría una bebida impulsando el desarrollo de su cultura, fiestas y tradiciones. En Chile, con el paso de los años, los cultivos evolucionaron y se crearon las nuevas Industrias Vitivinícolas, implementando modernas tecnologías y cambios respecto al mundo de las viñas; introduciendo así, rutas del vino, infraestructura de producción, mercados especializados y hermosos paisajes agrícolas, los cuales, rápidamente incluyeron actividades ligadas al vino, convirtiéndose en un gran atractivo turístico, y una gran oportunidad para que pequeños empresarios vitivinícolas surjan con auténticos productos artesanales. El estudiar el vino, como tema para proyecto de título, hizo posible la realización de diversas visitas a varias viñas del país. Estas experiencias permitieron la observación de un fenómeno en particular: La mayoría de los visitantes de las viñas eran extranjeros, aun cuando éstas estuvieran ubicadas en las cercanías de Santiago. Esta inquietud fue reafirmada tiempo después a través de entrevistas realizadas a personas vinculadas al mundo del vino; sommeliers y enólogos de la asociación de Viñas de Chile, los cuales me ayudaron a concluir que existe un vago conocimiento del vino por parte de los chilenos, además de una importante disminución en el consumo de esta bebida en el mercado nacional. Pero... ¿Cómo se explica la desvinculación que está sucediendo entre el vino y los chilenos?, ¿Es este desarrollo parte de un cambio en nuestros hábitos urbanos?, ¿Cómo la Arquitectura juega un rol importante en este tipo de construcciones? La comida y la bebida son dos factores importantes para comprender el carácter de los pueblos. La historia de nuestro país nos demuestra que hasta la década de los ochenta la bebida popular siempre fue el vino. A partir de esa fecha, comenzaron a irrumpir nuevos productos como la cerveza, el ron y el whisky, bebidas que se transformaron en uno de los agentes importantes al momento de reflexionar este tema, ya que también reflejan los cambios de hábitos que comenzaron a experimentar los chilenos. Con una historia ligada al campo y a la agricultura tradicional, las iden"l"idades en la Región están fuertemente asociadas a sus actividades produc"l"ivas, en el marco de una geografía amable y favorables condiciones climáticas, además de una tierra fecunda tanto para el desarrollo ganadero y agrícola de la zona, especialmente para el desarrollo de viñas y nuevos proyectos Arquitectónicos que van evolucionado a través del tiempo. Es esta identidad, la figura del huaso chileno, la que cobra especial relevancia, pues personifica a la an"l"igua aristocracia, a los propietarios y campesinos. Además forma parte de la iden"l"idad chilena porque representa a la clase mestizo y su ascenso social a la categoría de criollo, hijo y costumbrista de las tradiciones nacionales. Gracias a esto, se hereda un gran legado pa1rimonial que confiere al Paisaje Chileno como uno de los más importantes atractivos Enoturistas de la zona, cumpliendo el rol de dar a conocer una amplia Cultura del Vino y sus derivados. Tanto en la arquitectura como en el proceso de elaboración del vino existe un objetivo en común. El provocar determinadas experiencias sensoriales, en este caso, las sensaciones que produce el producto final del vino son percibidas por los sentidos del olfato y el gusto a través del aroma, sabor y el cuerpo que posee esta bebida. Esta elaboración de experiencias sensoriales únicas es común al proceso que desarrolla la arquitectura, a través del diseño de espacios que construyen determinadas sensaciones y que posee una intención definida con anterioridad, como ocurre con el proceso del vino. Esta característica en común, es interesante como motivación valida, ya que ayudará a crear un puente de comunicación entre el vino y la arquitectura, logrando definir con más claridad las intenciones de diseño en mi Proyecto de Titulo. Por esta razón, es que la propuesta arquitectónica del proyecto se plantea desde la producción y la difusión del vino chileno, promoviendo conceptos tan importantes como la historia, la cultura, el territorio y el paisaje que existe entorno al vino de nuestro país. Viendo al vino no solamente como una bebida alcohólica más, sino como un valor tangible que es propio de la nación. Respecto a la superficie del proyecto, se puede decir que dada su magnitud en viñedos y situada en una de las 'tres Rutas del Vino del Valle de Colchagua; "La Mágica Ruta del Vino", constituye uno de los principales atractivos para el esparcimiento y recreación de la zona. Su localización Central - específicamente entre Santa Cruz y Lolol -, su fácil accesibilidad y cercanía a diversos pueblos aledaños, la amplia variedad de espacios de cultivos y su innumerable gama de colores en los prados, entre otras características, le otorgan al terreno, la condición principal de espacio de remate de ésta Ruta del Vino, además de proporcionar un espacio de encuentro ciudadano que entrelaza Naturaleza y Cultura. Así, el proyecto relaciona la Actividad Vitivinícola y la Arquitectura, poniendo de manifiesto la gran importancia de ambas para el desarrollo socioeconómico del país, logrando un impacto positivo en el terreno, generando entre otras cosas, espacios de reunión y esparcimiento del vino, para así, no sólo enfatizar la Arquitectura y la Cultura del Vino, sino que también poner en evidencia el entorno, con sus prados vestidos de colores, y proponer un sistema de producción, materialidad y conceptos que rememoran al Mundo Vitivinícola.