Colaboración académica y trabajo colegiado: significados e impacto en la formación inicial docente

Abstract

“Los procesos de aseguramiento de la calidad pasan a ser un elemento constitutivo de las instituciones de educación superior, pudiendo ser un determinante estructural de la calidad de la formación profesional”, Pedraja-Rejas, L., et al (2012). Parte de este proceso de aseguramiento de la calidad lo constituye la gestión académica que, en el marco de la relevancia que reviste y sus implicancias en el aporte a la calidad del ejercicio docente, se convierte en un aspecto central en el cual focalizar acciones concretas que permitan avanzar en la mejora de los resultados de aprendizaje, así como en favorecer una trayectoria universitaria coherente con las expectativas en el desarrollo de competencias académicas y de aprendizajes disciplinarios propios de la profesión. Cada semestre, los análisis realizados en el marco del consejo de evaluación de la carrera permiten levantar las fortalezas y nudos críticos presentes en la formación profesional, los que se discuten con el cuerpo académico completo, a la luz de la “necesidad de profundizar en los equipos académicos para consolidar la existencia de prácticas de colaboración”, Novoa (2009). En este contexto, la gestión académica conjunta ha sido desde el 2018 uno de los ejes centrales considerados en el proceso de mejora de la carrera, desde una mirada de trabajo colaborativo, colegiado y focalizado de acuerdo a los objetivos estratégicos y operacionales de la carrera.

“Los procesos de aseguramiento de la calidad pasan a ser un elemento constitutivo de las instituciones de educación superior, pudiendo ser un determinante estructural de la calidad de la formación profesional”, Pedraja-Rejas, L., et al (2012). Parte de este proceso de aseguramiento de la calidad lo constituye la gestión académica que, en el marco de la relevancia que reviste y sus implicancias en el aporte a la calidad del ejercicio docente, se convierte en un aspecto central en el cual focalizar acciones concretas que permitan avanzar en la mejora de los resultados de aprendizaje, así como en favorecer una trayectoria universitaria coherente con las expectativas en el desarrollo de competencias académicas y de aprendizajes disciplinarios propios de la profesión. Cada semestre, los análisis realizados en el marco del consejo de evaluación de la carrera permiten levantar las fortalezas y nudos críticos presentes en la formación profesional, los que se discuten con el cuerpo académico completo, a la luz de la “necesidad de profundizar en los equipos académicos para consolidar la existencia de prácticas de colaboración”, Novoa (2009). En este contexto, la gestión académica conjunta ha sido desde el 2018 uno de los ejes centrales considerados en el proceso de mejora de la carrera, desde una mirada de trabajo colaborativo, colegiado y focalizado de acuerdo a los objetivos estratégicos y operacionales de la carrera.