Programa de promoción de vida sana para el adulto mayor

Abstract

La población adulto mayor (AM) en Chile equivale a 1.171.478 habitantes, de los cuales 48,7% presenta una baja actividad física (AF) según la segunda Encuesta Nacional de Salud. La AF es recomendada como uno de los principales agentes favorecedores hacia un envejecimiento saludable, la que impactaría positivamente sobre la prevención y manejo de múltiples patologías asociadas con la vejez. (Duran, 2017) Dicha población debido a los deterioros físicos biológicos correspondiente a la edad van perdiendo su funcionalidad en las tareas de la vida diaria y por consecuencia peligra su autovalencia, todo esto conlleva a la auto/marginación social por lo que se vuelve un gran reto para los municipios mantener su participación en la sociedad. Actividades físicas planificadas para esta población con una duración de 30 a 60 minutos al día, que promuevan la mejora en la fuerza muscular, el aumento de la capacidad cardiorrespiratoria y la estabilidad, contribuyen a la mejor realización de todas sus tareas diarias, incluso las más básicas como la marcha. La independencia en sus tareas y el aumento de las caminatas ayudan a prevenir y/o disminuir los efectos de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo II, obesidad, hipertensión arterial y depresión. (Fejio, 2018) En vista de lo anterior, el envejecimiento patológico trae consigo deterioro del estado de salud tanto físico como mental de las personas mayores debido a la aparición de trastornos musculoesquelético, lo que conlleva a una pérdida de la movilidad y un mayor riesgo de sufrir caídas. Es por ello que el objetivo de este proyecto este enfocado en el desarrollo de un programa de promoción de vida sana del adulto mayor, abarcando las aristas que se entienden por vida sana, siendo el ejercicio físico una actividad física, repetida, mantenida y controlada en un tiempo determinado, una alimentación saludable dando a conocer los requerimientos básicos de esta y el control del consumo de sustancias nocivas.

La población adulto mayor (AM) en Chile equivale a 1.171.478 habitantes, de los cuales 48,7% presenta una baja actividad física (AF) según la segunda Encuesta Nacional de Salud. La AF es recomendada como uno de los principales agentes favorecedores hacia un envejecimiento saludable, la que impactaría positivamente sobre la prevención y manejo de múltiples patologías asociadas con la vejez. (Duran, 2017) Dicha población debido a los deterioros físicos biológicos correspondiente a la edad van perdiendo su funcionalidad en las tareas de la vida diaria y por consecuencia peligra su autovalencia, todo esto conlleva a la auto/marginación social por lo que se vuelve un gran reto para los municipios mantener su participación en la sociedad. Actividades físicas planificadas para esta población con una duración de 30 a 60 minutos al día, que promuevan la mejora en la fuerza muscular, el aumento de la capacidad cardiorrespiratoria y la estabilidad, contribuyen a la mejor realización de todas sus tareas diarias, incluso las más básicas como la marcha. La independencia en sus tareas y el aumento de las caminatas ayudan a prevenir y/o disminuir los efectos de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo II, obesidad, hipertensión arterial y depresión. (Fejio, 2018) En vista de lo anterior, el envejecimiento patológico trae consigo deterioro del estado de salud tanto físico como mental de las personas mayores debido a la aparición de trastornos musculoesquelético, lo que conlleva a una pérdida de la movilidad y un mayor riesgo de sufrir caídas. Es por ello que el objetivo de este proyecto este enfocado en el desarrollo de un programa de promoción de vida sana del adulto mayor, abarcando las aristas que se entienden por vida sana, siendo el ejercicio físico una actividad física, repetida, mantenida y controlada en un tiempo determinado, una alimentación saludable dando a conocer los requerimientos básicos de esta y el control del consumo de sustancias nocivas.